Me levanto amor esta mañana,
este suspiro, este jardín,
esta novela.
Tras los cirros otoñales
cacofónicos,
en las parvas de kilómetros
te extraño;
urgente
me incorporo
y combato virulencias con reflejos,
lunares planetarios
refregados;
mientras llama
y arde la elocuencia,
seco el mundo,
privado
íntimo
y lo escurro.
EVA ISABEL RUIZ BARRIOS