Y me maravillaré de que sea cualquier día
Cualquier día de estos llamaré a tu oído,
con mi amor desbordado,
con mis lados oscuros
estallando en albores.
Será en tu voz, tus ojos,
donde mi piel se vista,
como las uvas frescas
viajando hasta tu boca.
Y allí busque en tu beso,
el refugio del fuego.