Acaso, sean las uñas inquisidoras ninfas,
la carne escapulario debajo de la forma
vacía de infinito o de tus ojos malva.
Quizás sean las uñas las zanjas de mis dedos,
abriendo celuloides de películas viejas,
una garra erizada que desnuda la noche
en mitad de mi insomnio.
Tal vez sea el dolor del dolor de olvidar,
o este sueño que escapa de mis labios.
EVA ISABEL RUIZ BARRIOS